Hay dos tipos de críticos de moda: los que les gusta absorber la imagen completa y los que crean recuerdos memorizando muchas notas. Revelación completa: este reportero escribe como un maníaco.
Cuando miras la colección de otoño de Casey Cadwallader de Mugler hasta el cuarto, está claro que es hora de dejar el bolígrafo y quedarte quieto. El diseñador presentó otra escena llamativa repleta de íconos del modelaje.
Frente a una enorme cortina negra, salieron con ropas diminutas que evocaban el glamour de la esclavitud y el tocador. De repente cayó el telón, la primera de una serie de apariciones que usaron sombras y humo para levantar cada salida, mientras los drones rodeaban el set.
Cadwalader se inspiró en las creaciones de insectos del fundador Manfred Terry Mugler, trabajando los paneles puntiagudos en construcciones circulares y dividiendo el cuerpo con correas de cuero gráficas.
«Me sentí realmente tentado por el lado oscuro, pero al mismo tiempo encontré un hermoso punto de equilibrio que era muy, muy atractivo», explicó detrás del escenario. “Mugler trata sobre el empoderamiento y creo que hay diferentes aspectos de eso. Puede ser hermoso, ligero y aireado, o puede ser pesado».
La línea tenía fluidez, sastrería, terciopelo, cuero y tweed, pero sobre todo tenía una actitud feroz.
Irina Shayk salió con un abrigo de cuero color burdeos que mostraba sus tonificados abdominales. Natasha Poly, con el pelo brillante y peinado hacia atrás, llevaba una chaqueta entallada de gran tamaño con un sujetador apenas visible y pantalones cortos plisados.
Precious Lee lucía majestuosa con un vestido de terciopelo negro abierto hasta el muslo, mientras que Eva Herzigova llevaba un minivestido negro con un escote pronunciado.
La artista canadiense Amber Wellman imprimió una serie de looks de terciopelo en obras oscuras y atmosféricas, y Cadwalader remató el desfile masculino, con looks que incluían una parka de cuero azul medianoche hinchada y traje de neopreno con tirantes estrechos.
En un guiño al uso pionero de piel sintética por parte de Mugler, creó un material peludo bordado con láser a partir de piel de nailon y fue mejor modelado por la clienta habitual de la marca, Farida Khelfa. “Ahora me escondo de ella y le digo: ‘¿Vas a usar Mugler?’ Ella dijo: ‘¡Es hora de preguntar!’ dijo ella”, recordó.
No es de extrañar que leyendas de la industria aparezcan en sus shows. El hombre detrás de la cortina es una especie de genio.
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