Texturas intrincadas, tacones gruesos y siluetas futuristas prevalecieron entre la multitud de la Semana de la Moda de París, con marcas japonesas como Comme Des Garçons, Junya Watanabe y Yohji Yamamoto, todas favoritas desde hace mucho tiempo del establishment de la industria, que parecieron infiltrarse. Los disfraces de muchos fans fueron la única vista del evento desde la calle.
No es de extrañar que las sandalias de cuña de Maison Margiela sean tan populares: las piezas japonesas o de inspiración japonesa parecen la forma obvia para que tanto los amantes de la moda como los entusiastas demuestren que se toman en serio la ropa.
La gente experimentó con capas asimétricas y sombreros, recordando el dicho frecuentemente citado de que la moda debe ser divertida. Y como muchos tomaban las decisiones cuando iban vestidos de forma informal, la variedad de conjuntos en la Semana de la Moda de París reflejaba otra verdad: es difícil equivocarse con el estilo personal.